Sólo existe un éxito, la capacidad de llevar la vida que se quiere.
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En la vida tomamos decisiones que nos acercan a nuestros objetivos, o que nos alejan. Nos sincronizamos con nuestros sueños o con nuestros miedos, eso es lo que atraemos y finalmente logramos. El universo responde a nuestra vibración, a aquello que sentimos en este momento. Si estás preocupado, atraerás situaciones que te hagan sentir este sentimiento. Si tienes desconfianza atraerás situaciones que confirmen este sentimiento. Por el contrario, si vibras con la abundancia, la calma, la alegría, eso es lo que atraerás a tu vida. Esto nos hace completamente responsables de nosotros mismo. Ya no hay excusas. Tú eliges si quieres ser feliz y llevar la vida que deseas, o no. Requiere esfuerzo, autoconocimiento, disciplina. Pero una vez que lo manejas, eres el dueño de tu destino.
Somos como un espejo que reproduce, multiplicando, lo que sentimos y creemos. Y nos lo trae de vuelta siempre.
No sabemos por qué nos encontramos una y otra vez con la misma situación, el mismo tipo de pareja, el mismo tipo de relación, o los mismos problemas. En vez de resistirnos a todo esto, lo mejor que podemos hacer es mirarlo de frente y encontrar el aprendizaje que nos permita reconectar para avanzar a la realización de nuestros sueños.
Es un trabajo constante, la ausencia de esfuerzo, no implica la realización de este sueño. Todas las personas que he conocido, en la senda de la realización de sus sueños personales, han pasado por grandes pruebas y puntos de inflexión. El esfuerzo es gratificante durante y después. Es un maestro en toda regla que siempre consigue sacar lo mejor de nosotros.
Atrévete a perseguir tus sueños, con la ilusión del que vuela alto y no se deja amilanar por nadie, ni por nada.
Amani B. y Taty Méndez.
