Amor a distancia
Amar a distancia. Tal vez, soledad compartida. La trampa del anonimato para decir que somos felices junto a alguien que creemos amar de toda la vida. Un extraño que conoce los lunares de nuestra entrepierna. Pero no la caricia.
Y el amor como un animal que come herido delante de nosotros y se entrega a ese otro animal invisible. Para sanarse, o solo para morir. Sea como sea, el amor a distancia es una espera compartida. Un dormirse abrazado al cuerpo imaginando que es otro quien nos protege del frío. Así, hasta despertar. Así hasta que el calendario siga corriendo y nosotros envejezcamos en espera de ese abrazo. Que tal vez nunca llegue…
Carlos Picart
Uruguay